SHOOT’EM UP, Matar o morir (2007)

Una película profunda, que analiza la esencia de la violencia moderna y los grupos paramilitares subcontratados, tocando la psicología que subyace en una sociedad enferma, sumergiendonos en este submundo, para lograr empatizar con los personajes. Todo esto y mucho más, es lo que “Matar o Morir” no contiene. ¿Confundidos? Lo dejo claro entonces; BALAS, SANGRE Y HUMOR NEGRO. Es lo único que puede encontrarse en esta entrega del inexperimentado pero interesante director y escritor Michael Davis. Y es que la película es muy clara en ese aspecto. Desde las acrobacias increíbles y las muertes insólitas, hasta los diálogos incoherentes y el humor negro, uno puede encontrarse en un sinfín de acción. Y repito, lo que muestran es ACCIÓN. Pero esta no es una película de acción, sino una comedia negra. Toda película de acción, incluso las más excéntricas, tiene una trama creíble cuando menos. Michael Davis, en cambio, nos muestra hechos incoherentes con el propósito de alejarnos de una historia sagaz y meternos de lleno en lo absurdo. Incluso en este precepto de la comedia negra, la dirección tiene faltas graves que lastiman la credibilidad de la película (si, por más absurda que sea, debe cumplir con un mínimo de credibilidad dentro de la trama).

Nuestra historia comienza cuando “Smith” (Clive Owen), un solitario de poca paciencia sumamente violento se ve obligado a interferir con el asesinato de una mujer y su hijo recién nacido, protegiéndolos de un escuadrón de la muerte sumamente organizado y profesional. El lider de la banda, “Hertz” (Paul Giamatti), da cacería a “Smith” para lograr su objetivo y eliminar a los testigos. “Smith” y “Donna” (Monica Bellucci), una prostituta a quién Smith acude para cuidar del bebé, deberán afrontar los peligros y los asesinos, siguiendo siempre este esquema de lo absurdo y la comedia de la violencia.

Aunque este elenco parece prometedor, el único mérito se le otorga a Paul Giamatti, que realmente hace una muy buena actuación, personificando a un psicópata muy sagaz que a la vez muestra facetas de hombre común. Y no por esto desprestigio a Clive Owen, pero el hecho es que hace un papel que no innova, que ya repite de otras películas, y no se transforma en un personaje atractivo. Y para seguir la escala, me veo forzado a criticar a Monica Bellucci. Su papel es malo en el mejor de los casos. Su actuación de extranjera sexy debería ofrecer más solidez, y por alguna razón ni los diálogos más simples le son creíbles. Estas fallas le son atribuibles al director, Michael Davis.

Aunque no es un futuro clásico, puede llegar a entretener si uno va con la mente abierta. Como siempre digo, hay que saber lo que uno va a ver al cine, sino ocurren decepciones. Si no saben que ver…., bueno, para algo estamos nosotros.